A lo grande de la historia, los científicos han investigado la fotosíntesis para entender cómo las plantas y otros organismos convierten la energía solar en energía química. Desde los primeros experimentos en el siglo XVIII hasta las investigaciones modernas, el estudio de la fotosíntesis ha revelado detalles sobre los mecanismos moleculares que permiten este proceso.
La Bclorofila se oxida cuando llegan los fotones de candil roja o infrarroja. Se carga positivamente y los electrones pasan a la CTE.
El electrón que pasa a la feofitina es repuesto por el que cede el agua. Los electrones van al P680, y parte de los H+ permanecen en el espacio tilacoidal (gradiente de H+).
NADPH no se genera porque los electrones vuelven al doctrina. Por lo tanto, se obtiene la potencia reductora de otras reacciones.
El estudio de fotosistemas, los complejos de proteínas que facilitan la fotosíntesis, no solo es relevante para comprender la historia de la vida en la Tierra, sino que igualmente tiene implicaciones para la búsqueda de vida en otros planetas.
Producción de oxígeno: Es responsable de la mayor parte del oxígeno que respiramos, lo que hace posible la vida de los animales y seres humanos.
Las cianobacterias son los organismos que inventaron la fotosíntesis y entre su carta de servicios prestados al planeta figura el de ocurrir sido las responsables de la desarrollo en la Tierra.
Desde la quinona van pasando los electrones a transportadores de la cautiverio. Al final ese electrón vuelve a P870 que había quedado oxidado y debe retornar a su estado basal para volver a absorber vela y repetir el proceso.
Sus etapas principales son la período luminosa, donde se captura la vela y se generan ATP y NADPH, y la etapa oscura (o ciclo de Calvin), donde se fijan moléculas de CO2 y se producen carbohidratos.
Las bacterias moradas poseen el fotosistema I con el centro de reacción P870. Diferentes aceptores de electrones como la bacteriofitina están involucrados con este Oxigenica proceso.
Regulación del ciclo del carbono: La fotosíntesis juega un papel crucial en el ciclo del carbono, no obstante que ayuda a regular los niveles de CO2 en la Entorno, lo que tiene un impacto significativo en el clima Completo.
La presencia de oxígeno en una etapa tan temprana de la historia terrenal habría permitido a los microbios primitivos diversificarse, sentando las bases para la transformación de formas de vida más complejas.
Tanai Cardona, un bioquímico del área de Ciencias de la Vida del Imperial College de Londres, asegura que este aberración aunque tenía lado unos mil millones de años antes de lo que se ha venido creyendo, esto es, poco posteriormente –al menos si tenemos en cuenta la escalera del tiempo geológico– de que surgiera la vida en la Tierra.
El ATP se puede utilizar para almacenar energía para futuras reacciones o se puede retirar para retribuir reacciones cuando la célula requiere energía. Asimismo, las plantas capturan y almacenan la energía que obtienen de la bombilla durante la fotosíntesis en moléculas de ATP.